WALTER OYARCE... BARRAS BRAVAS?
Me impresionó leer un comentario en un diario local: "Cuando las barras bravas tienen tarjeta de crédito". Quizá porque siempre se ha relacionado a éste grupo con delincuentes comunes, "pirañitas", gente de los conos, o gente de mal vivir. Así que el asombro al descubrir que los asesinos de Walter han sido gente "de bien", gentita de plata, o profesionales en cierne... todavía tiene en shock a muchos.
¿Es que la maldad ya ha desbordado la educación, la razón, la civilización?? ... la maldad es la misma y es manifiesta cada vez más en todos los estratos de la humanidad.
Escuchaba a un psicólogo comentar sobre las carencias afectivas y emocionales que éstos jóvenes adultos han tenido desde su infancia y que esas serían algunas razones para su comportamiento. Otros también hablaban de la actitud de los padres que aunque adinerados siempre han dejado solos a sus hijos. Otros... sobre el odio guardado en los corazones de ellos, cual volcán desarrollándose en la oscuridad y esperando el momento en que ya no dará más y explotará.
A mi me convence más el comentario de uno de los testigos... "lo tiraron cual paquete de basura".
Hay un desprecio por la vida y una ceguera tal por su significado... ufff!! que se piensa de ella como basura.
Jugué basquetbol femenino por el Club Dominico y conozco ese sentimiento de grupo que te arrastra aún ya agotado para seguir buscando el triunfo; no sólo por tu equipo sino por la "hinchada". Es apasionante y eufórico... pero... "quitarle la vida a alguien por eso?" es contradictorio.
Escuchaba a Gianmarco en el vídeo que colgó a propósito de éste incidente, cuando con su característica forma de ser motiva a la gente a ser "hincha del Perú". Yo quisiera ir más allá. Veo el tema desde el punto de vista del "hermano mayor", aquel que es imitable por el hermanito menor. Y ME PREOCUPA. Por esa razón levanto mi voz para que la corrección sea ejemplar. Que no le quede duda a ningún adolescente "hincha" que desee tomar la vida de otra persona en sus manos porque cree que no habrá consecuencia alguna.
He imaginado los últimos momentos de vida de Walter y lo he tratado de comprender... pero al igual que él me doy cuenta que el tiempo para enmendarlo todo es breve, tan pero tan breve que rápidamente acaba y ya no queda tiempo para nada más.