¿ARRIBA PERÚ?
Escuchaba ayer la conversación de dos varones respecto al partido que se jugará hoy con Ecuador.
"Pucha... decía uno: -nos dan con palo amigo, pero no podemos dejar de apoyar a nuestra selección. Si pues, lo malo es que la selección nunca da satisfacciones, se chupan cuando las papas queman. Pero no importa, -concluyeron- seguiremos apoyándolos como sea" jeje,
Mientras les escuchaba me decía a mi misma... cuántas veces he escuchado lo mismo! Las casas se llenan de comida "chatarra" para ir picando mientras se desarrolla el partido, muchas bebidas para tomar, y el más entusiasta coloca su silla frente al televisor principal y se para y sienta por lo menos 90 veces. Maldicen mínimo 240 veces durante el partido y muchos otros levantan la pierna intentando empujar la pelota un poquito más para finiquitar el goooooollllll!
Muy pocos son los que hacen clima de cine en sus salas, y exigen soledad total, así como silencio porque es necesario "concentrarse" para enviar buena vibra.
A mí me gusta celebrar... me encanta llenar la sala de luz, que toda la familia esté participando del partido, y cuando alguien empieza a corregir a Claudio Pizarro o a Paolo Guerrero... tengo que opinar y recordarles que no es lo mismo estar detrás de la pantalla que dentro de la cancha. Les hago notar las múltiples veces que suben y bajan una cancha de 120 x 90 m; o la responsabilidad y el esfuerzo del arquero que con sus 1.80, o 1.90 m de altura no siempre podrá cerrar el arco de 7,32 x 2,44 m. El sentido correcto de saber jugar en equipo, que cargan sobre sí la presión de toda una nación y también que mientras ellos derraman litros de sudor en 90 minutos de juego, muchos de nosotros nos engordamos llenándonos de líquidos azucarados, jeje.
Lo cierto es que, este deporte de multitudes no sólo depende de la suerte, es un deporte de derroche de habilidad excelente estado físico, trabajo en equipo y oportunidad.
¡Vamos Perú!