Durante los días previos al término de un año, todos nos sentimos más vulnerables para escuchar a los demás. La gente necesitada sube a los buses y cuentan diversas historias trágicas para recolectar mayor cantidad de dinero. Los hijos son más accesibles pues recién fueron "festejados" con diversos regalos navideños y perciben el esfuerzo que los padres han hecho. Los esposos que no acostumbran a mostrar su cariño cotidianamente, se esfuerzan en estos días para no terminar el año con sus conciencias de "esposos poco cariñosos". Los contadores trabajan horas extras para que las cuentas que llevan, no queden en rojo, es el anhelo de todos cerrar en azul. Aquellos emprendedores que han soñado en que sus proyectos se materialicen antes de terminar el año se entristecen cuando esto no sucede. Todos, quisiéramos cerrar, terminar bien el año en el que vivimos.
¿No es así contigo? Nada de lo que has hecho hasta hoy ha funcionado, no hay quién te considere, te entienda, te ame, te sueñe y te invite a celebrar el recibimiento del Nuevo Año? Tranquil@! Mucho tiene que ver la actitud. No podemos enfrentar la vida lastimeramente. Cobra ánimo! Tú puedes empezar el nuevo año con otra actitud. Así el 50% del éxito estará ganado. El otro 50% dependerá de tu personalidad, tu esfuerzo, tu empuje, tu perseverancia, tu amor propio, tu estima, y la ayuda de Dios todopoderoso. Además, te propongo a ser sensible a escuchar la historia de alguien más... ¿Sabías que hay en el mundo tanta gente, llorando más y sufriendo más y más que tú?
