Adiós Withney...

Quién no ha suspirado con la hermosa voz de Withney Houston. Yo no podía sustraer mis sentimientos cuando escuchaba "Unbreak my heart" por ejemplo. Supe de que había tenido sus inicios musicales en una iglesia Bautista mucho después de que ya era famosa y estaba luchando contra la adicción a las drogas y el alcohol. ¿Qué hace que una mujer bella, talentosa, adinerada, seguro con muchos otros proyectos que realizar... muera por adicción? YO NO DUDO de que Withney haya tenido el apoyo incondicional de Dios. Ella estaba rodeada de gente muy talentosa, muy famosa de su entorno. Tenía familiares muy dedicados al servicio de Dios, mucha gente que la quería... pero aún así, ella decidió salir por sus propias fuerzas de las profundidades donde se encontraba, y las fuerzas le fallaron al final. Este suceso también me hace recordar que la vida es como la niebla. Hoy está, mañana ya no. Así también es la fama en las personas, hoy está... y luego ya no estará. ¿Recordaremos en unos años a Withney? No creo... seguro que sus canciones nos harán recordar a ella, y suspiraremos diciendo -pudo tener una mejor vida- Pero nada más. El ser supremo nos da la oportunidad de ver en este ejemplo un reflejo, un espejo para vernos a nosotros mismos. En un mundo donde muchos respiran, sueñan, y sufren FAMA... debemos fijar nuestros objetivos en las cosas eternas. Aquellas que cultivan nuestro espíritu, nos llenan de paz y nos centran en una verdad: sólo podremos dar paz si la tenemos. Sólo podremos reflejar vida, si la tenemos. Un alma muerta, no puede trascender. Adiós Withney. Yo sé que al final de tus días no estuviste sola. Sé que El, que es infinitamente fiel estuvo a tu lado.

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