El tiempo pasa...
Hace unos días, vi con mucho agrado cómo se va cerrando una etapa en la vida de mi hijo. El está terminando la Primaria. A mis amigos que ya han pasado por esto, les será fácil reconocer mis sentimientos, y de verdad que el más predominante en mi es... "que el tiempo pasa".
Entonces, todas las mamis ya están listas para empezar a hacer memoria... ¿y recuerdas cuando era bebito?... ¿y recuerdas sus primeras palabras?, etc., etc., ...¿y recuerdas su primer día de nido y de inicial?
Si! Todo está allí presente... como en una película, y al rebobinarla... vuelvo a ser consciente de que EL TIEMPO PASA.
Comentaba con una amiga querida, de que a mi me ha tocado vivir dos etapas a la vez con mis hijitos. La de mami y la de abuela. No he dejado de reconocer en todos estos años, la brecha generacional entre nosotros, no he olvidado que somos mucho más grandes que ellos, y no he olvidado que una vez fueron bebés. Y soy consciente de que el esfuerzo físico ahora es mayor. Sin embargo, hay algo que quiero comentarles con todo mi corazón. Desde que egresé del colegio mi vida siempre estuvo girando alrededor de mucha gente. Siempre estuve rodeada de personas, la mayoría de ellas en busca de atención y consejo y jamás reparé en dar mi tiempo, mi cariño y mi voz a aquellos. Muchos, muchos años después... cuando tuve a los niños hubieron personas muy amorosas que estuvieron a su cuidado... hasta que comprendí, que "servir a mi familia, era servir a Cristo". Es esa comprensión maravillosa que hace que las diferencias generacionales se emparejen y que recuerde constantemente un dicho que un compañero de trabajo con mucha sabiduría me dijo: "Los grandes barcos, siempre le ceden el paso a los más pequeños". Así me siento ahora, como un gran barco... cediendo el paso... Con el timón al mando, con el mapa en frente y apasionada por llegar al destino trazado.
Entonces, todas las mamis ya están listas para empezar a hacer memoria... ¿y recuerdas cuando era bebito?... ¿y recuerdas sus primeras palabras?, etc., etc., ...¿y recuerdas su primer día de nido y de inicial?
Si! Todo está allí presente... como en una película, y al rebobinarla... vuelvo a ser consciente de que EL TIEMPO PASA.
Comentaba con una amiga querida, de que a mi me ha tocado vivir dos etapas a la vez con mis hijitos. La de mami y la de abuela. No he dejado de reconocer en todos estos años, la brecha generacional entre nosotros, no he olvidado que somos mucho más grandes que ellos, y no he olvidado que una vez fueron bebés. Y soy consciente de que el esfuerzo físico ahora es mayor. Sin embargo, hay algo que quiero comentarles con todo mi corazón. Desde que egresé del colegio mi vida siempre estuvo girando alrededor de mucha gente. Siempre estuve rodeada de personas, la mayoría de ellas en busca de atención y consejo y jamás reparé en dar mi tiempo, mi cariño y mi voz a aquellos. Muchos, muchos años después... cuando tuve a los niños hubieron personas muy amorosas que estuvieron a su cuidado... hasta que comprendí, que "servir a mi familia, era servir a Cristo". Es esa comprensión maravillosa que hace que las diferencias generacionales se emparejen y que recuerde constantemente un dicho que un compañero de trabajo con mucha sabiduría me dijo: "Los grandes barcos, siempre le ceden el paso a los más pequeños". Así me siento ahora, como un gran barco... cediendo el paso... Con el timón al mando, con el mapa en frente y apasionada por llegar al destino trazado.