Bajo Llave
C O N C L A V E
Desde que la Iglesia Católica Apostólica y Romana ha determinado la sucesión pastoral desde el Apóstol Pedro, muchísimos líderes han estado en autoridad. Es el Colegio Cardenalicio quien tiene la gran responsabilidad de decidir sobre el nuevo Papa que liderará el pueblo católico. ¿Por qué "cum clavis"... por qué bajo llave...? La idea es que los convocados estén totalmente inmersos en esta gran decisión. No celulares, no interferencias, no comunicaciones con el exterior hasta que el HUMO BLANCO flamee y aparezca en el balcón el nuevo Papa elegido. Desde el año 1059 a la fecha han habido 110 elecciones. Al hacer un recuento, reconozco a varios en el transcurso de mi vida: En 1963 Pablo VI; en 1978 Juan Pablo I; en Octubre de 1978 Juan Pablo II; en 2005 Benedicto XVI... y ahora en el 2013, tendré el privilegio de ver el resultado de esta nueva elección.
Desde que la Iglesia Católica Apostólica y Romana ha determinado la sucesión pastoral desde el Apóstol Pedro, muchísimos líderes han estado en autoridad. Es el Colegio Cardenalicio quien tiene la gran responsabilidad de decidir sobre el nuevo Papa que liderará el pueblo católico. ¿Por qué "cum clavis"... por qué bajo llave...? La idea es que los convocados estén totalmente inmersos en esta gran decisión. No celulares, no interferencias, no comunicaciones con el exterior hasta que el HUMO BLANCO flamee y aparezca en el balcón el nuevo Papa elegido. Desde el año 1059 a la fecha han habido 110 elecciones. Al hacer un recuento, reconozco a varios en el transcurso de mi vida: En 1963 Pablo VI; en 1978 Juan Pablo I; en Octubre de 1978 Juan Pablo II; en 2005 Benedicto XVI... y ahora en el 2013, tendré el privilegio de ver el resultado de esta nueva elección.
Admiré mucho la tarea pastoral que realizó el Papa Juan Pablo II. Me di el trabajo de leer sobre su vida y su vocación. Me impactó su servicio y amor por Jesús.
Ahora, cuando la situación del clero está en múltiples conversaciones, hay una reflexión que compartir: Somos seres humanos... todos con nuestras concupiscencias y nuestras debilidades y nuestras ambiciones personales. Sólo viendo al Buen Pastor, a Jesús nuestro Señor seremos verdaderamente cristianos. No hay denominación ni institución ni organización que nos proteja de nuestra humanidad. Sólo a través de Jesús iniciaremos el proceso de santificación y seremos verdaderamente libres de nuestras debilidades y estaremos listos para Su servicio.
