¡Ha resucitado!!
La celebración de la Semana Santa no tendría significado si no fuera por el DOMINGO DE RESURRECCIÓN. Al resucitar Jesús de su muerte expiatoria, vence a la muerte eternamente para SU Iglesia. Aquella que es su cuerpo invisible habitando en toda la faz de la tierra. Ya no dependemos de ninguna institución, denominación u organización humana al pertenecer al Cuerpo de Cristo; aunque nos sometamos a una comunidad de adoración. La Iglesia de Cristo es la vibrante de gozo en este día. El ha resucitado, y con él... Su Iglesia. El gobierno de Dios en cada vida, en cada miembro, en cada ladrillo en cada piedrita que conforma este cuerpo es el TESTIMONIO a la humanidad. Gracias por tu muerte; gracias por tu resurrección y gracias porque vienes otra vez. ¡Gloria a Dios por su plan perfecto!!