Terrorismo...
"No me digas que el atentado en Tarata es amor. Le dije al terrorista que tenía al frente. Comprendo que tengan el afán de "cambiar" las cosas, pero lo que hacen es fomentar el terror. Me miró sorprendido y le añadí: Jesús también vino a cambiar las cosas, pero la violencia no fue una de sus armas y él sí que obtuvo su victoria. El rescató a la humanidad y venció al mundo y a la muerte con amor."
He recordado éstas palabras con pena en mi corazón el día de ayer. Los peruanos sabemos lo que significa el terrorismo, lo hemos vivido en carne propia. Y no creo que haya peruano en el mundo que quiera volver a pasar por este dolor.
Ayer, mientras se posteaban los hechos del atentado en Boston, una bandera peruana ondeaba de un lado para otro... y recordé lo que nos pasó en el año 1992. Vimos los cadáveres colgando de los edificios y gente sangrante saliendo de entre los escombros como muertos vivientes en un thriller movie. Socorrimos gente y ayudamos hasta la madrugada, sin dejar de sentir ira y miedo. Al día siguiente, caminar por la Av. Larco era como estar en un escenario de guerra.
¿Qué hace que los seres humanos nos convirtamos en animales salvajes queriendo destrozar a otros seres humanos con tal violencia? ¿Qué hace que en pleno siglo XXI, con tanta tecnología y adelanto científico no hemos aprendido a comunicarnos, a concordar, a zanjar y resolver nuestras honduras?
El ser humano en sí mismo es perverso. Necesitamos cultivar un corazón de carne. Necesitamos volver al amor. ¡Sentido pésame a las familias de los fallecidos y a los más de 170 heridos que como nosotros... han de pasar por mucho, mucho tiempo para tratar de entender, por qué pasó ésto!!
He recordado éstas palabras con pena en mi corazón el día de ayer. Los peruanos sabemos lo que significa el terrorismo, lo hemos vivido en carne propia. Y no creo que haya peruano en el mundo que quiera volver a pasar por este dolor.
Ayer, mientras se posteaban los hechos del atentado en Boston, una bandera peruana ondeaba de un lado para otro... y recordé lo que nos pasó en el año 1992. Vimos los cadáveres colgando de los edificios y gente sangrante saliendo de entre los escombros como muertos vivientes en un thriller movie. Socorrimos gente y ayudamos hasta la madrugada, sin dejar de sentir ira y miedo. Al día siguiente, caminar por la Av. Larco era como estar en un escenario de guerra.
¿Qué hace que los seres humanos nos convirtamos en animales salvajes queriendo destrozar a otros seres humanos con tal violencia? ¿Qué hace que en pleno siglo XXI, con tanta tecnología y adelanto científico no hemos aprendido a comunicarnos, a concordar, a zanjar y resolver nuestras honduras?
El ser humano en sí mismo es perverso. Necesitamos cultivar un corazón de carne. Necesitamos volver al amor. ¡Sentido pésame a las familias de los fallecidos y a los más de 170 heridos que como nosotros... han de pasar por mucho, mucho tiempo para tratar de entender, por qué pasó ésto!!